La terapia de desbridamiento de gusanos (MDT) se introdujo por primera vez en los Estados Unidos en 1931 y se usó rutinariamente allí hasta mediados de la década de 1940 en más de 300 hospitales. Con el advenimiento de los antibacterianos, la terapia de gusanos se volvió rara hasta principios de la década de 1990, cuando se reintrodujo primero en los Estados Unidos, y más tarde en Israel, el Reino Unido, Alemania, Suecia, Suiza, Ucrania y Tailandia. Gusanos estériles de la mosca verde de la botella, Lucilia (Phaenicia) sericata, se utilizan para MDT., Se introducen hasta 1000 gusanos en la herida y se dejan durante 1 a 3 días. MDT podría ser utilizado para cualquier tipo de herida purulenta, sloughy en la piel, independiente de las enfermedades subyacentes o la ubicación en el cuerpo para ambulatorio, así como para pacientes hospitalizados. Una de las principales ventajas de la MDT es que los gusanos separan el tejido necrótico del tejido vivo, lo que facilita el desbridamiento quirúrgico. En el 80 al 95% de los casos, se logra un desbridamiento completo o significativo de la herida. A medida que avanza la terapia, se forman nuevas capas de tejido sano sobre las heridas., El olor ofensivo que emana del tejido necrótico y el intenso dolor que acompaña a la herida disminuyen significativamente. En un número significativo de pacientes, una amputación inmediata se puede prevenir como resultado de MDT. En otros casos, se podría evitar una amputación más proximal. También es posible que en pacientes con heridas profundas, donde la septicemia es una amenaza grave, esto se pueda prevenir como resultado de la MDT. La mayoría de los pacientes no se quejan de ninguna molestia importante durante el tratamiento. Las consideraciones psicológicas y estéticas son obvias., Los gusanos ocasionalmente pueden causar una sensación de cosquillas o picazón. Aproximadamente 20 a 25% de los pacientes con heridas superficiales y dolorosas, se quejan de un aumento del dolor durante el tratamiento con gusanos y son tratados con analgésicos. Se ha demostrado que la MDT es un método eficaz para limpiar heridas crónicas e iniciar la granulación. Es una herramienta simple, eficiente, bien tolerada y rentable para el tratamiento de heridas y úlceras, que no responden al tratamiento convencional e intervención quirúrgica.