las normas de seguridad alimentaria actualizadas en 2013 recomiendan encarecidamente no lavar el pollo antes de usarlo, ya que las bacterias dañinas presentes en la superficie de la carne se transfieren fácilmente a las superficies circundantes incluso con el más mínimo chapoteo de agua. Almacenar rápidamente las pechugas de pollo crudas y cocinarlas a una temperatura interna segura es su mejor garantía de destruir los contaminantes que pueden causar enfermedades.,
las reglas y regulaciones
las pautas de seguridad alimentaria instituidas por el servicio de inspección y Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos están diseñadas para minimizar las enfermedades transmitidas por los alimentos. Si bien puede parecer que lavar el pollo es una buena idea, señala el USDA, algunas bacterias se aferran tan firmemente a la superficie del pollo que incluso el lavado más vigoroso no puede eliminarlas., Cualquier bacteria que se las arregle para lavarse rápidamente termina, no solo en sus manos, sino en tablas de cortar, fregaderos, placas para salpicaduras y mostradores donde se pueden transferir fácilmente a otros alimentos.
es un proceso
hasta que esté listo para cocinar o marinar las pechugas de pollo deshuesadas, la forma en que las manipule también puede marcar la diferencia en la cantidad de contaminantes que terminan donde no desea que lo hagan. Trate de hacer paquetes de pollo una de las últimas cosas que ponga en su carrito en el supermercado, y manténgalos separados, si es posible, de otros comestibles., Muchas tiendas de comestibles ahora ofrecen rollos de bolsas de plástico cerca del mostrador de carne para ese propósito, lo que ayuda a crear una barrera entre el empaque de pollo que puede tener fugas y los otros artículos en su carrito. En casa, deje el pollo en su embalaje original dentro de la bolsa de plástico adicional y guárdelo en la parte más fría del refrigerador si planea usarlo dentro de dos días. Si no, congélalo.,
preparación y cocción
antes de abrir un paquete de pollo, es una buena idea alinear su superficie de trabajo con papel encerado y usar pinzas para transferir las piezas al tazón o a la bandeja para hornear. Si el pollo está demasiado húmedo y planea usar un frote u otros condimentos, séquelo cuidadosamente con toallas de papel y tírelo a la basura. Cocine bien el pollo a una temperatura interna de al menos 160 grados Fahrenheit, y use un termómetro de carne insertado en la parte más gruesa para comprobar si está cocido., Guarde las sobras de pollo bien cocidas en un recipiente bien cubierto en la parte más fría del refrigerador durante un máximo de cuatro días.
detalle de limpieza
Una vez que el pollo esté en el horno, lave todos los artículos de cocina, incluidos los tazones para mezclar, los cuchillos y los utensilios en abundante agua caliente y jabonosa. Haga lo mismo para las superficies de trabajo, o use una solución de 2 a 3 cucharadas de lejía doméstica diluida en 1 galón de agua. Para un efecto máximo, humedezca las superficies con solución de lejía y deje que se sequen al aire., Si está trabajando con otros alimentos además del pollo crudo, lávese las manos con frecuencia cuando cambie de manejar uno a otro, y use papel en lugar de toallas de tela para secarse las manos.