¿sabías que las quemaduras también pueden ser causadas por el hielo, y no solo por el calor?
hoy, en el blog de Dispotech, your disposable excellence, vamos a hablar sobre las quemaduras de hielo, en referencia a un artículo muy interesante publicado en lecicatrici.it.
En primer lugar, ¿cómo reconoces una quemadura causada por el hielo? Su apariencia es muy similar a la causada por una fuente de calor: la piel burbujea con ampollas, se Forma Líquido transparente debajo de la piel, hay una sensación de incomodidad y tensión en la piel, con eritema e irritación.,
mientras que el calor tarda relativamente poco en causar daño en la piel, el frío tarda más en atacar la epidermis y causar problemas.
al igual que las causadas por el calor, las quemaduras por frío también son de varios tipos: conocidas como quemaduras de primer, segundo y tercer grado. Su gravedad debe considerarse en orden ascendente: mientras que las quemaduras de primer grado son las más triviales y fácilmente tratables, las quemaduras de tercer grado deben tomarse muy en serio, ya que pueden llevar a consecuencias graves, como necrosis o la aparición de lesiones no curables.
¿Cómo contrae las lesiones de hielo?, En primer lugar cuando usted está durante mucho tiempo en lugares excesivamente fríos; pero también pueden aparecer mediante el uso de latas de hielo en aerosol o hielo seco descuidadamente y/o sin las debidas precauciones. Estos productos deben manejarse con cuidado y, sobre todo, antes de su uso, debe estar familiarizado con sus componentes y cómo usarlos. Muchas personas no tienen idea de que, por ejemplo, el hielo seco o el spray es mucho más frío que el hielo que usamos todos los días o tenemos en casa en el congelador: en promedio, el hielo en estas latas está alrededor de -78°C., Esta es una temperatura extremadamente baja que, obviamente, nuestro cuerpo y nuestra piel no pueden soportar: el contacto prolongado con el aerosol puede causar, de hecho, una quemadura, incluso una muy grave.
si usted tiene una quemadura de hielo, siempre consulte a su médico primero: un profesional será capaz de evaluar la gravedad del problema y será capaz de aconsejarle sobre el mejor tratamiento – la prevención de la aparición de infecciones no deseadas.