los síntomas del cáncer de intestino delgado a menudo son vagos y pueden tener otras causas más comunes. Desafortunadamente, esto significa que a menudo pasan al menos varios meses desde el momento en que comienzan los síntomas hasta que se diagnostica el cáncer.,
algunos de los síntomas más comunes del cáncer de intestino delgado son:
- Dolor en el abdomen
- náuseas y vómitos
- Pérdida de peso (sin intentarlo)
- debilidad y sensación de cansancio (fatiga)
- heces de color oscuro (por sangrado en el intestino)
- bajo recuento de glóbulos rojos (anemia)
- coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
a menudo, el primer síntoma es dolor en el área del estómago. Este dolor a menudo es calambre y puede no ser constante. Por ejemplo, puede comenzar o empeorar después de comer.,
a medida que el tumor crece, puede retrasar el paso de los alimentos digeridos a través del intestino. Esto puede llevar a un aumento del dolor. Si el tumor se vuelve lo suficientemente grande, puede causar una obstrucción, en la que el intestino está completamente bloqueado y nada puede moverse a través de él. Esto conduce al dolor con náuseas y vómitos intensos.
En raras ocasiones, un cáncer hará que se forme un agujero (perforación) en la pared del intestino. Este orificio permite que el contenido del intestino se derrame hacia el abdomen. Los síntomas de perforación pueden incluir dolor intenso repentino, náuseas y vómitos.,
A veces un tumor comienza a sangrar hacia el intestino. Si el sangrado es lento, podría llevar a un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia) con el tiempo. Los síntomas de la anemia incluyen debilidad y fatiga. Si el sangrado es rápido, las heces pueden volverse negras y alquitranadas por la sangre digerida, y la persona puede sentirse mareada o incluso desmayarse.
con menos frecuencia, un tumor en el duodeno (la primera parte del intestino delgado) puede causar ictericia. Esto puede ocurrir si el tumor bloquea el conducto biliar, lo que puede impedir que el contenido del hígado ingrese al intestino.,
Estos problemas son más a menudo causados por otras cosas además del cáncer. Sin embargo, si tiene alguno de ellos, especialmente si no desaparece o está empeorando, hágalo revisar por su médico para encontrar la causa para que pueda tratarse, si es necesario.